En resumen…
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- La alimentación infantil es un nicho de mercado que ofrece grandes posibilidades de fidelizar al cliente a largo plazo.
- El papel del farmacéutico como prescriptor y figura de confianza es fundamental para conseguir esta fidelización.
- Las motivaciones psicológicas son fundamentales a la hora de tomar una decisión de compra. Es imprescindible que el farmacéutico entienda cuáles son las motivaciones de sus clientes para poder adaptar su estrategia.
- Entre las principales motivaciones de compra en la oficina de farmacia podemos destacar la seguridad, el afecto, el orgullo, la economía, la eficacia y la novedad.
- En el caso de la alimentación infantil, las motivaciones más importantes suelen ser:
- Resolución de dudas. Los padres necesitan resolver sus inquietudes sobre los mejores alimentos para sus hijos en las diferentes etapas.
- Seguridad. Los padres quieren escoger la mejor opción para sus hijos, y pueden sentirse inseguros o indecisos.
- Cercanía. El cliente debe sentir que el farmacéutico está de su parte y le apoya en el proceso de la crianza.
- Dado que la mayoría de productos de alimentación infantil no son de prescripción, el farmacéutico tiene un papel muy importante en la decisión final de compra. Su misión será guiar o instruir al cliente sobre cuáles son los productos de alimentación infantil más adecuados para su bebé.