A partir de los 6 meses
Leche de continuación
Son fórmulas diseñadas para utilizarse a partir de los 6 meses. La progresiva maduración de la función digestiva y renal durante el primer año de vida hace que aumenten los requerimientos energéticos de bebé y se incorporen las fórmulas de continuación. En el caso de las fórmulas de continuación, todas contienen las IR de hierro, siendo una buena fuente de este micronutriente, evitando así el déficit de este. Pueden utilizarse hasta los 3 años, aunque generalmente se usan hasta los 18-20 meses. Composición de las fórmulas de continuación:
- Energía. Es la misma que en las fórmulas de inicio (60-70 kcal/100 ml).
- Proteínas. La relación caseína/seroproteínas debe ser 80/20, similar a la leche de vaca. El nuevo Reglamento 2016/127 sobre la composición de las fórmulas de inicio y continuación ha reducido el límite máximo a 2,5 g/100 kcal en preparados de continuación elaborados a partir de proteínas de la leche de vaca o de cabra y de 2,8 g/100 kcal en preparados de continuación elaborados a partir de aislados de proteínas de soja, únicamente o de una mezcla con proteínas de la leche de vaca o de cabra o hidrolizados de proteínas. La cantidad disponible de cada uno de los aminoácidos esenciales y semiesenciales será igual por lo menos a la contenida en la proteína de referencia.
- Lípidos: No hay razón para incluir grasas vegetales como sustitutas de la grasa láctea. Se recomienda ácido linoleico, ácido α-linolénico y DHA en las cantidades mínimas exigidas por legislación.
- Hidratos de carbono. La lactosa debe ser el componente mayoritario, aunque también se admiten pequeñas cantidades de dextrinomaltosa, almidón, harinas, sacarosa, miel3 o fructosa (20 % máximo) para que la lactosa favorezca la biodisponibilidad del calcio. En las leches de continuación también se incluyen Fructooligosacéridos Galactooligosacáridos, en proporción 1/9, logra asimilarse a los oligosacáridos de la leche materna y que favorecen el tracto gastrointestinal del bebé.
- Micronutrientes. En cuanto a los minerales, contienen mayor cantidad de hierro que las de inicio (los requerimientos de hierro aumentan en esta etapa) y el calcio debe ser suficiente para evitar el aporte limitado en la alimentación complementaria. Se puede iniciar la suplementación con flúor a partir de los 6 meses cuando el contenido de agua sea inferior a 0,3 mg/L. Respecto a las vitaminas, se asumen las recomendaciones del Codex Alimentario.
- Gluten: Las recomendaciones actuales nos informan sobre la introducción de los cereales no antes de los 4 meses ni posterior a los 6 meses. Dicha recomendación se ha revisado y basada en estudios rigurosos, la ESPGHAN ha puesto de manifiesto que el retraso de la introducción de cereales con gluten a los bebés no es óbice para que estos padezcan enfermedad celiaca.
Además de estos estudios también se extrae que la lactancia materna exclusiva no es un factor de protección frente a padecer dicha enfermedad4.
Sin embargo, artículos recientes con rigor científico han mostrado que la introducción del gluten entre los 4 y 6 meses no protege de enfermedad celiaca, mientras que la introducción del gluten al año no aumenta el riesgo de celiaquía. Además, se ha observado que la lactancia materna no es factor protector de enfermedad celiaca4,5.
Una posible excepción en la que se podría comenzar con cereales sin gluten sería que el niño empezara a tomar cereales de forma precoz (4 meses) y en cantidades altas debido a posible debut de celiaca más severo por edad temprana5.
Existen en el mercado diferentes productos de inicio al gluten, como los de Nutribén®, que están diseñados para introducir el gluten de manera gradual en la dieta del bebé.
Nutribén Innova® Cereales de Inicio al Gluten: esta papilla, única en el mercado con BPL1, está pensada para introducir el gluten gradualmente en la dieta de nuestro bebé a partir de los 4 meses. Avalada por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) y cumple con los máximos estándares de seguridad.
Esta papilla instantánea de fácil disolución está enriquecida con calcio, magnesio, vitamina A, C y D, zinc. Presenta un alto porcentaje de cereales y no contiene ni azúcares añadidos ni aceite de palma.
Tampoco contiene trazas de leche, por lo que se puede considerar para una alimentación, para bebes con alergia a la proteína de la leche de vaca.
Alergias
Se está poniendo de manifiesto por diferentes estudios publicados, que introducir los alimentos tardíamente, aumenta el riesgo del desarrollo de alergias alimentarias, sobre todo en individuos que tienen un patrón de riesgo.
Alimentos como el pescado y el huevo, históricamente se ha ido retrasando la introducción de estos alimentos debido a la alergia que venían produciendo a edades tempranas. Esto ha ido cambiando y comienzan a introducirse a partir del 6 mes de manera que se pueden incluir en la dieta del lactante pescados blancos cocidos triturados o en puré junto con verduras. El huevo por su parte, las recomendaciones son que a partir de 6 mes se vaya introduciendo un cuarto de yema en alguna de las comidas de la semana y retrasando la incorporación de la clara hasta el mes 12 por el alto contenido proteico que tiene. Esta forma de introducir los alimentos parece que favorece la tolerancia a estos alimentos y fortalece el sistema inmune. Algunos estudios publicados acerca del manejo de niños con antecedentes de alergia, vienen a decir que empleando este tipo de leches en los niños con antecedentes de alergias se consigue disminuir el desarrollo de alergias, en concreto dermatitis atópica5.
Hay productos de prescripción médica para usos especiales que están indicados para el tratamiento de diferentes alergias. Es el caso de las fórmulas especiales de Nutribén®. Se trata de productos con proteínas altamente hidrolizadas y sin lactosa para el tratamiento dietético de lactantes con alergia o intolerancia a la proteína de la leche de vaca o intolerancias a la lactosa.
Nutribén® Hidrolizada 2
Indicada a partir de los 6 meses para el tratamiento dietético de los bebés con alergia a las proteínas de la leche de vaca, con dermatitis atópica, con intolerancia a la lactosa o con gastroenteritis aguda con déficit de lactasa intestinal. Esta es la única leche hidrolizada sin aceite de palma.
Nutribén® Sin lactosa 2
A diferencia de la Hidrolizada 2 esta fórmula especial es conveniente en el tratamiento de diarreas* por antibioterapia, intolerancia congénita o transitoria a la lactosa y no está indicada en enfermos con galactosemia.
Nutribén® Soja
Indicada a partir del primer día para el tratamiento de alergia a las proteínas de la leche de vaca o intolerancia a la lactosa y en los distintos procesos diarreicos con diferentes orígenes.
Dietas vegetarianas: Se desaconseja este tipo de dietas en los bebés de 6 a 12 meses puesto que no se pueden cubrir todas las necesidades nutricionales. Si es alimentado con lactancia materna exclusiva debemos asegurarnos que cubre con su dieta todos los requerimientos nutricionales tanto para ella como para el bebé. Además, deben consultar al pediatra para suplementar las carencias nutricionales que tienen estas dietas.
Agua para biberones: Hay que vigilar el agua de preparación del biberón. Las aguas que debemos utilizar son aquellas que tengan bajo contenido en sodio.